Rodrigo Cruzat González, gerente de Biofrutales, consorcio tecnológico que gestiona el desarrollo de proyectos I + D con el objetivo de generar nuevas y mejores variedades frutales para Chile y el mundo, conversó con el Programa Estratégico Regional Fruticultura Sustentable (PERFRUTS) sobre el objetivo general que la instancia promueve en la región.
A su juicio, ¿Cuáles son los principales beneficios comerciales y productivos de la producción sustentable?
“Cuando hablamos de las ventajas productivas de la producción sustentable, esto se traducen al final del día en términos de costos. No hay que percibirlo solamente como una vocación ambiental, sino que a medida que hago un buen manejo de mi cultivo, logro mantener las plagas y enfermedades en un sistema que yo lo puedo sostener”, argumentó.
Añadió que eso se logra “a través de buenas prácticas, es decir, no sobre exigiendo o sobre explotando al sistema más de lo que puede, para que no genere aumento de costos, y haciendo rotación de químicos para no generar resistencias en las plagas y enfermedades”.
Desde el punto de vista comercial, Cruzat explicó que “tiene dos dimensiones. Una tiene que ver con la estabilidad de largo plazo, es decir, con que yo sea capaz de ofrecer de manera continua y consistente un producto de calidad a un precio competitivo, y la otra con acceder a estímulos que el mercado me pueda dar respecto a lo sustentable”.
¿Puede la región de Valparaíso convertirse en un mercado competitivo de Sudamérica en materia de productos frutícolas sustentables?
“Yo creo que sí y con la misma opción que tiene cualquier región del país. Es decir, no hay regiones más o menos candidatas a ser sustentables per se, sino en la medida que esa región produzca y trabaje con sus productos”.
“Valparaíso tiene posibilidades, pero también la tiene la IV, VI y VII. Lo importante es que la región haga un análisis coherente de qué es lo que puede producir y bien, considerando aspectos comerciales, medioambientales y agronómicos. ¿En cuáles cultivos parece ser que esta región pinta para buena?: ¿uva de mesa?, sin ninguna duda; ¿para nogales?, también; ¿para paltos? algunas zonas sí, otras no”.
Un tema crítico para la agroindustria es el agua y la energía. ¿Cómo ven la oportunidad de optimizar su uso mediante este proyecto?
“Los insumos productivos como el agua, la energía y la mano de obra son todos recursos que son importantes y que van variando en el largo plazo. En este momento parece ser que Chile está en una trayectoria que está mejorando su disponibilidad de energía a costos competitivos. Estamos bastante mejor que hace unos años atrás cuando teníamos una crisis importante con la matriz energética”.
En cuanto al uso de agua, Cruzat puntualizó básicamente en optimizar el recurso teniendo “un riego tecnificado y no un riego tendido”. Sobre el primero precisó que dicho sistema “se supone que hace un cálculo y entrega no más ni menos de lo que la planta está demandando, porque si le tiro más esa agua se pierde”.
¿Qué avances en materia tecnológica necesitan los agricultores en la región? ¿Qué opina de los proyectos en tecnología de precisión que es están implementando?
“Todas las tecnologías son bienvenidas. Lo importante es no perder de vista que es un conjunto de temas, o sea, el solo tener imágenes satelitales, agricultura de precisión, no sirve solo, porque esto es un sistema integrado; tiene que haber un equilibrio. Entonces, regar bien es súper importante, pero para ello yo tengo que haber escogido las variedades correctas, entre otros elementos”.
¿Cómo evalúa el Programa Fruticultura Sustentable?
“Yo creo que es una buena iniciativa, porque los temas estén en la mesa. Pero tiene que ser sustentable, y eso significa que no puede estar solo a nivel de ciencias gubernamentales. Los productores se tienen que hacer parte, en un trabajo de largo plazo”.
“Creo que la medición de estas iniciativas o de este trabajo tiene que ser de largo plazo, por buena o por mala que sea no se puede medir en un año, porque si no generas decepciones”, concluyó el gerente de Biofrutales.