Columna: nutrición del brote post dormancia

Columna: nutrición del brote post dormancia

Autor:  Ian Carlo Bottinelli Wolleter – Ingeniero Agrónomo – Especialista en Nutrición Vegetal

A esta altura del año es importante comenzar a considerar algunos aspectos fisiológicos de las plantas de hoja caduca que tendrán una relevancia altísima en la fase de brotación y floración: ¿cómo viene preparado el árbol para salir de la dormancia?, ¿brotará vigoroso y generará flores fuertes, diferenciadas que cuajen de gran forma?

Suena a mil factores y es así; los factores que dominan la salida del receso invernal son muchos y más de la mitad son inmanejables, ya que dependen mucho del clima y de lo que pasa en la yema dormante. En general la estrategia que todo buen productor debe tener es la de chequear y prevenir anticipándose.

Chequear implica conocer el estado de la madera frutal, nivel de reservas en ella y nivel de diferenciación de las yemas. Además de chequear el desarrollo del invierno y predecir como será la salida del invierno.

En general las dos fases más importantes de la dormancia o latencia son:

Endolatencia; durante esta fase las yemas no pueden brotar espontáneamente y finaliza cuando los requerimientos de frío se han completado. La salida de Endolatencia está regulada por clima (horas frío) y/o elementos exógenos como Promotores de Brotación usados en zonas donde no se completan los requerimientos de frío.

Ecolatencia es la fase donde ya todas las yemas potencialmente pueden brotar, pero permanecen en reposo hasta que las temperaturas de la primavera induzcan la aparición de puntas verdes. Esta es la fase más crítica, donde más problemas fisiológicos se presentan y que impactarán en la brotación y floración, por ejemplo necrosis de yemas y/o mala diferenciación de racimos.

El frío activa enzimas catalasas, las cuales destapan procesos fisiológicos en las yemas. El elemento base de todo este proceso de quiebre de la dormancia es el Glutation.

La falta de frío invernal en frutales de hoja caduca y vides produce: Retraso en la brotación de las yemas, brotación errática, bajo número de brotes, menos flores o racimos por brote y por tanto des uniformidad general.

Durante la fase de Ecolatencia y posterior brotación, las yemas y el brote obtienen energía para su crecimiento principalmente de azúcares de las mismas reservas de la planta. Cuando la energía de reserva se agota el brote debiese comenzar su fase autótrofa o sea a producir energía de la fotosíntesis. Este momento es crítico en primaveras frías y nubladas, ya que de ser así es común que el brote “se chante”, aparezca filage, caída de flores, etc. El brote se quedó sin combustible y la planta no es capaz de abastecer energía suficiente.

Este punto es la piedra angular de una amplia paleta de productos “bioestimulantes”, inductores energéticos o “antiestresantes”. Este es el punto que sustenta de mejor manera el uso de aminoácidos foliares y otro tipo de elementos nutricionales.

En primaveras frías y nubladas y brotes con poco vigor, según la experiencia del autor, se debe privilegiar el uso de aminoácidos y compuestos de alta relación C/N; solos o en mezcla con elementos minerales que catalizan fotosíntesis (Mg por ejemplo); esto para proveer de energía externa al brote e inflorescencias.

Si bien el uso de citoquininas en puntas verdes ha demostrado que ayuda a emparejar la brotación, no es muy aconsejable el uso de productos trihormonales, inductores citoquinínicos u hormonas sintéticas sobre el brote en desarrollo, ya que en vez de apoyar el desarrollo de un brote vigoroso se estimula la aparición de nuevos brotes que competirán por las pocas reservas que le queda al sistema. Tampoco en primaveras frías es aconsejable comenzar a fertilizar muy temprano, ya que la planta se ve obligada a gastar más energía en absorber el abono por las raíces.

En algunos países de brotaciones erráticas producto de baja acumulación de horas frío, incluso se utiliza con relativo éxito las aplicaciones foliares de azúcar de caña para entregar energía externa al brote…

Algunos elementos para considerar en una estrategia de prevención y anticipo de problemas de brotación en primaveras frías:

-Favorecer un correcto y temprano agostamiento
-Buena y óptima postcosecha, significa alimentar el brote con reservas y nutrientes minerales.
-Poda corta y retrasada
-Si se considera el uso de cianamida nunca aplicar una dosis pareja, se debe considerar el tipo de árbol, variedad, edad del  huerto, etc.
-Monitorear arginina y azúcares en raíces y madera
-Aplicaciones de productos foliares con alta relación C/N los cuales son fuente de energía directa al brote, idealmente que  aporten azucares, gluconatos, aminoácidos, cisteína y ácidos orgánicos en general.
-Abstenerse del uso de fithormonas sintéticas u otros elementos que fuerzan a la planta a gasto energético adicional
-De más está decir que es el momento preciso de sentarse con su asesor de cabecera y analizar estratégicamente que haremos  en caso A o en caso B. De todas formas es seguro que con una estrategia definida con tiempo el resultado será mejor que la  improvisación del momento.

 

Fuente: Portalfruticola.com